domingo, 8 de julio de 2007

Kevin David Mitnik "HACKER"

Esta es su historia: Kevin David Mitnik, alias “El Cóndor”, nació el 6 de agosto de 1963 en Van Nuys, un pequeño pueblo al sur de California. Hace 41 años. Kevin no tuvo una infancia fácil. Sus padres se divorciaron, y el entorno en el que creció supuso una de las causas que le llevaron a encerrarse en casa y permanecer en soledad, momento (1970s) en el que fue seducido por las mieles de la informática; en concreto, por el poder que entrevio que podía obtener a través de las redes telefónicas. De hecho, a pesar de que Kevin ha recibido calificativos tan diversos como hacker, cracker, pirata informático y otras palabras nada agradables que eludo mencionar, lo cierto es que en esencia, Mitnik siempre ha sido un Phreaker; el mejor phreaker de la historia, según muchos.

Desde muy joven sintió curiosidad por los sistemas de comunicación electrónica, cultivando y desarrollando un deseo cuasi obsesivo por investigar, aprender y lograr objetivos aparentemente imposibles. En la adolescencia Mitnick ya se había convertido en todo un fenómeno. A los 16 años marca su primera línea tras la barrera del “lado oscuro”, del que ya nunca se separaría: se saltó la seguridad del sistema administrativo de su colegio; sin embargo, no lo hizo para alterar las calificaciones escolares, como podría pensarse, sino “solo para mirar”.


De aquí en adelante comenzaría su andadura como delincuente. La fecha, 1981. Kevin y dos amigos suyos irrumpieron en las oficinas de Cosmos (Computer System for Mainframe Operations) de la compañía Pacific Bell – que era una base de datos utilizada por la mayor parte de las compañías telefónicas norteamericanas para controlar el registro de llamadas -. Una vez allí obtuvieron la lista de claves de seguridad, la combinación de las puertas de acceso de varias sucursales, y manuales del sistema COSMOS, entre otras cosas. De hecho, se comentó que lo sustraido por Mitnick y sus amigos tenía un valor equivalente a 170.000 euros.


Usando ingeniería social utilizaron sus seudónimos y números de teléfono en uno de los escritorios de la habitación. Así, usaron el nombre falso de “John Draper”, quien era un programador informático muy conocido, y también un legendario phreaker conocido como “Captain Crunch”. Los números de teléfono fueron derivados a otras rutas. Sin embargo, esta actuación estaba lejos de considerarse un éxito. Un directivo de una compañía telefónica pronto descubrió estos números de teléfono y lo puso en conocimiento de la policía local que comenzó a investigar. Debido a que la novia de uno de sus amigos, intimidada por lo que pudiera pasar les delató a la policía, Mitnick fue condenado por una corte juvenil a tres meses de cárcel y a un año bajo libertad condicional, gracias a que todavía era menor de edad. Ese fue su primer paso por la cárcel, que no el último.


Una de las historias curiosas relacionada con esta etapa de Mitnick tiene que ver con el oficial encargado de su caso. Al cumplir los tres meses de prisión, lo primero que hizo Mitnick fue dejarle una “sorpresita” al susodicho. El oficial se encontró con que su teléfono había sido desconectado y todos sus datos de registro en la compañía telefónica habían sido borrados. A partir de aquí, todo sucedió con una celeridad inquietante.


Se comenta que Mitnik adoptó su alias o nombre de guerra (“Cóndor”) después de haber visto la película protagonizada por Robert Redford “Los tres días del Cóndor”, ya que en cierto modo se sentía identificado con el protagonista. Redford encarnaba a un empleado de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) que se ve envuelto en un turbio asunto que continúa con una implacable persecución. Su nombre en clave es “cóndor” y Redford utiliza su experiencia para manipular el sistema telefónico y evitar ser capturado.


Su siguiente arresto tuvo lugar poco después; en 1983, por un policía de la Universidad del Sur de California donde había tenido algunos problemas unos años antes. Mitnick fue capturado por usar un ordenador de la universidad para obtener acceso (ilegal) a la red ARPAnet (la predecesora de Internet). De hecho fue descubierto entrando en un ordenador del Pentágono a través de ARPAnet, y fue sentenciado a seis meses de cárcel en una prisión juvenil de California (California Youth AthorityŽs Karl Holton Training School). Una vez puesto en libertad, obtuvo la licencia de “X Hacker” (...)


En 1987 Mitnick parecía estar realizando un cambio en su vida, y comenzó a convivir con una joven que estaba dando clases de informática con él en una escuela local. Después de un tiempo, de cualquier forma, su obsesión emergió y s utilización de números de tarjetas de crédito telefónicas ilegales condujo a la policía hasta el apartamento que Mitnick compartía con su novia en el pueblo Thousand Oaks, California. Mitnick fue acusado de robar software de Microcorp Systems, una pequeña empresa californiana de software, y ese mismo mes de diciembre era condenado a tres años de libertad condicional.


Después de esto Mitnick, solicitó un empleo en el Security Pacific Bank como encargado de la seguridad de la red del banco, pero este lo rechazó precisamente por sus antecedentes penales. La respuesta de Mitnick fue falsificar un balance general del banco donde se mostraban pérdidas por 400 millones de dólares y trató de difundirlo por la red. Sin embargo, el administrador de la red detuvo esta acción a tiempo.


Ese mismo año inicio el escándalo que lo lanzo a la fama. De 1987 a 1988 Kevin y su gran amigo, Lenny DiCicco, se enzarzaron en una lucha electrónica continua contra los científicos del laboratorio de investigación digital de Palo Alto. Mitnick estaba obcecado en obtener una copia del prototipo del nuevo sistema operativo de seguridad llamado VMS y estuvo intentando conseguirlo obteniendo la entrada a la red corporativa de la empresa, conocida coo Easynet. Los ordenadores del laboratorio digital de Palo Alto parecían simples, por lo que cada noche y con inestimable persistencia, Mitnick y DiCicco lanzaban sus ataques desde una pequeña compañía californiana (Calabasas), donde DiCicco trabajaba de técnico de soporte. Aunque la empresa descubrió los ataques casi inmediatamente, no sabían de dónde venían. De hecho ni el propio FBI podía fiarse de los datos obtenidos de las compañías telefónicas ya que Mitnick se ocupaba de no dejar rastro alterando el programa encargado de rastrear la procedencia de las llamadas y desviando el rastro de su llamada a otros lugares. En una ocasión, el FBI, creyendo que había encontrado a Mitnick, irrumpió en la casa de unos inmigrantes que estaban viendo la televisión, para asombro de estos y aquellos.


Sin embargo, ya se encontraban sobre la pista de Mitnick, y este, atemorizado por la posibilidad de que le cogieran, traicionó a su compañero y trató de poner a los federales bajo la pista de DiCicco, haciendo llamadas anónimas al jefe de este que trabajaba en una compañía de software como técnico de soporte. Viendo la traición de Mitnick, DiCicco finalmente se lo confesó todo a su jefe que lo notificó al DEC (Digital Equiment Corporation ) y al FBI. Al poco, un equipo de agentes del departamento de seguridad telefónica logró apresarle. Era 1988.


Aunque el DEC reclamaba que Mitnick había robado sofware por valor de varios millones de dólares, Kevin fue acusado de fraude informático y por posesión ilegal de códigos de acceso de larga distancia. Se trataba de la quinta ocasión en que Mitnick había sido arrestado por un caso de crimen informático y el caso atrajo la atención de la toda la nación, gracias a una inusual táctica de la defensa. La defensa solicitaba un año de prisión y seis meses en un programa de rehabilitación para tratar su adicción a los ordenadores. Fue una extraña táctica de defensa, pero un juzgado federal, después de dudar, pensó que había algún tipo de relación psicológica entre la obsesión de Mitnick por entrar en los sistemas informáticos y la adicción a las drogas o a las tragaperras y se le dio el visto bueno. Después del periodo carcelario y su temporada con psicólogos, donde le fue prohibido acercarse a un ordenador o un teléfono (llegó a perder 45 kilos de peso), Mitnick se marchó a Las Vegas y consiguió un empleo de programador informático de bajo nivel en una empresa de envío de listas de correo.


En 1992 Mitnick se mudó al área del Valle de San Fernando después de que su medio hermano muriera de una aparente sobredosis de heroina. Allí tuvo un breve trabajo en la construcción, que dejó al obtener un empleo a través de un amigo de su padre, en la Agencia de Detectives Tel Tec. Tan pronto como comenzó a trabajar, alguien fue descubierto ilegalmente usando el sistema de la base de datos comercial de la agencia y por ello Kevin fue objeto de una investigación bajo la batuta del FBI.


En septiembre registraron su apartamento al igual que la casa y el lugar de trabajo de otro miembro de su grupo de phreakers. Dos meses después un juzgado federal pidió el arresto de Mitnick por haber violado los términos de su libertad en 1989. Cuando fueron a detenerle, Mitnick había desaparecido sin dejar rastro alguno convirtiéndose ya en un hacker prófugo.



Una de las tesis que se barajan reflexionando sobre el eco que tuvo Mitnick en la sociedad y entre los propios hackers fue que la seguridad informática de aquella época era tierra de nadie; la informática apenas había despertado y los conocimientos informáticos de usuarios y técnicos no representan el abismo actual.


En 1991 se produce el famoso enfrentamiento con el periodista del New York Times, John Markoff quien llevaba desde el 88 escribiendo sobre tecnología y negocios. De hecho, ese mismo año recibió el premio de la Software Publishers Association al mejor reportaje. Kevin ha insistido siempre que Markoff le llamó para que colaborara en un libro que estaba escribiendo sobre él; Mitnick se negó y Markoff publicó su ejemplar exponiendo a Mitnick como un auténtico delincuente informático. Según Mitnick, “todo comenzó con una serie de artículos firmados por John Markoff en la portada de The New York Times, llenos de acusaciones falsas y difamatorias, que más tarde fueron desmentidas por las propias autoridades. Markoff me la tenía jurada porque me negué a colaborar en su libro y creó el mito de Kevin Mitnick, para transformar Takedown [su libro] en un bestseller”. Después de esto la cacería por parte de las autoridades había comenzado. Mitnick se ha defendido de esta cacería afirmando que “Las autoridades aprovecharon la ocasión para transformarme en el chivo expiatorio de todos los hackers de la tierra. Y para autojustificarse, exageraron hasta lo inverosímil el daño que pude causar”.


En 1994 con el auge de la telefonía móvil, Mitnick encontró esta plataforma ideal para no ser localizado y poder deambular de un sitio a otro. Pero para ello necesitaba utilizar una serie de programas que le permitieran moverse con la misma facilidad con que lo había hecho antes (a través de la red telefónica). Así, a través de sus refinadas y exitosas técnicas de ingeniería social, logra hacerse con la clave del ordenador personal de Tsutomu Shimomura gracias a la técnica del IP Spoofing (falseamiento de ip), que para estrepitosa suerte de Mitnick, era un especialista japonés en seguridad informática, perteneciente a la Netcom On-Line Communications. Su encontronazo con Shimomura le llevaría al declive.

Shimomura era considerado un hacker de sombrero blanco (Whitehats), un hacker de los buenos, que cuando descubría alguna vulnerabilidad lo ponía en conocimiento de la policía o la entidad competente en vez de difundirlo a otros hackers por la Red. Cuando se dio cuenta de que habían vulnerado la seguridad de su propio ordenador, comenzó a investigar sobre él, y dado el carácter poco modesto de Mitnick, Shimomura se lanzó en cruzada personal contra el que ya llamaban “superhacker”, y dijo que “atraparía a ese americano estúpido”, que no pararía hasta cogerle. Y así fue.

En 1995 , después de haber descubierto el software de Shimomura en una cuenta de The Well (que utilizó para lanzar ataques a empresas tan conocidas como Apple, Motorola o Qualcomm), un isp de California, tardaron alrededor de dos semanas en determinar que las llamadas provenían de Raleigh (California). Después de pasar también por el isp Internex, Shimomura se puso en contacto con el FBI y estos enviaron un grupo de rastreo equipado con un simulador de celda (un equipo utilizado habitualmente para testear móviles) que se ocupaba de registrar el teléfono de Mitnick tanto si estaba encendido como si no. Un buen radar para localizar al hacker. Al filo de la medianoche comenzó la búsqueda de procedencia de la señal. Unas horas más tarde localizaron la señal en un grupo de apartamentos, pero aún desconocían en cuál de ellos podría encontrarse Mitnick.

Por su parte, Shimomura y el FBI planeaban la captura del hacker para el día siguiente (16 de febrero), pero un error en el mensaje codificado que Shimomura remitió al encargado de Netcom precipitó su captura, ya que este tenía orden de hacer backup de todo el material que tuviera Mitnick y posteriormente proceder a su borrado una vez fuera capturado. Y eso interpretó. El FBI se vio abocado a realizar una actuación rápida si no querían volver a perderle, así que como no sospechaban que Mitnick pudiera ir armado, anunciaron su presencia ante la puerta del apartamento en que se encontraba Mitnick. Este abrió tranquilamente la puerta, y fue arrestado de inmediato. El hacker había sido capturado. Era el 15 de febrero de 1995.

Pero a Shimomura todavía le esperaba una sorpresa más ese día. Al volver a casa y repasar los mensajes que había recibido en su contestador automático, boquiabierto escuchó varios mensajes dejados por Mitnick; mensajes que había recibido varias horas después de la captura de Mitnick. La realización de estas llamadas aún sigue siendo un misterio que forma parte de la interesante historia de este hacker.

Kevin Mitnick fue acusado de robo de software, fraude electrónico, daño a los ordenadores de la Universidad del Sur de California, robo de archivos e intercepción de mensajes de correo electrónico. Entre las compañías afectadas figuraban Nokia, Fujitsu, Nec, Novell, Sun Microsystems, Motorola, Apple... Se declaró no culpable y la sentencia le condenó a 5 años de cárcel sin posibilidad de fianza, lo cual enervó a los miles de hackers que seguían apasionados la historia del Cóndor y que comenzaron la conocida campaña “Free Kevin!” (liberad a Kevin) alterando páginas web muy conocidas: Unicef, New York times, Fox TV y un largo etcétera.

Mitnick, quien fue liberado en enero del 2000 tras permanecer casi cinco años en una prisión federal, estuvo bajo libertad condicional hasta enero de 2003, donde la jueza instructora del caso, Mariana Pfaelzer, prohibió a Mitnick accerder a cualquier tipo de ordenador, teléfono móvil, televisión, o cualquier aparato electrónico que pudiera conectarse a internet, con lo cual su abstinencia informática le acompañó también durante estos tres años posteriores a su salida de la cárcel.

Pese a esto, Mitnick no perdió el tiempo. Lanzó su propia empresa, Defensive Thinking, una consultoría sobre seguridad, y comenzó a escribir un libro sobre su historia. A pesar de que según sentencia judicial tiene prohibido obtener beneficio económico de ello hasta el 2010, el 4 de octubre de 2002 salió a la luz “The art of deception” (El arte del engaño), donde describe técnicas de manipulación y persuasión gracias a las cuales se pueden obtener los códigos necesarios para entrar en la red de una empresa y hacerse pasar por otra persona, por ejemplo. Su lanzamiento se explicó aduciendo que el libro tenía finalidad educativa. "Ciertas técnicas y artimañas les he utilizado contra algunas empresas, pero todas las historias del libro son ficticias", afirmó.

A finales de 2003, Kevin anunciaba su segundo libro: “The art of intrusion”. El anuncio se realizaba de una forma muy peculiar, ya que Kevin afirmaba estar buscando historias que puedan ser contrastadas y que narren el como lo hicieron, preservando la identidad de los asaltantes. Los "hackers" seleccionados recibirían como pago una copia del primer libro de Mitnick, "The Art of Deception", un ejemplar del segundo, en ambos casos firmado por el autor, y la opción de conseguir el premio al mejor asalto, dotado con 500.000 dólares.

Como datos curiosos, Mitnick participó en algunas series de televisión; entre ellas, apareció en “Alias” de la ABC interpretando a un informático de la CIA; produjo un show radiofónico y vendió algunas de sus posesiones (un Toshiba Satellite 4400SX y un Toshiba 1960CS ).

Se han hecho películas sobre su vida como Takedown (Asalto Final) en el 2000, también conocida como Hackers 2 y algunos libros como “Cyber Alert: Portrait of an ex hacker”, The Fugitive Game : Online with Kevin Mitnick, The Cyberthief and the samurai, o “Takedown”.

En la actualidad, Mitnick es consultor de seguridad, se dedica a dar conferencias sobre protección de redes informáticas, ingeniería social, etc, a lo largo y ancho del mundo, a seguir escribiendo libros, y... recaudando bastantes millones de dólares con ello.





ISAAC NEWTON

Isaac Newton nació el día de Navidad del antiguo calendario en 1642 (correspondiente al 4 de Enero de 1643 del nuevo calendario), año en que moría Galileo, en el pueblecito de Woolsthorpe, unos 13 Km. al sur de Grantham, en el Lincolnshire. Fue un niño prematuro y su padre murió antes de su nacimiento, a los treinta y siete años. Isaac fue educado por su abuela, preocupada por la delicada salud de su nieto. Su madre, mujer ahorrativa y diligente, se casó de nuevo cuando su hijo no tenía más que tres años. Newton frecuentó la escuela del lugar y, siendo muy niño, manifestó un comportamiento completamente normal, con un interés marcado por los juguetes mecánicos.

El reverendo William Ayscough, tío de Newton y diplomado por el Trinity College de Cambridge, convenció a su madre de que lo enviara a Cambridge en lugar de dejarlo en la granja familiar para ayudarla. En junio de 1661, a los dieciocho años, era pues alumno del Trinity College, y nada en sus estudios anteriores permitía entrever o incluso esperar la deslumbrante carrera científica del fundador de la mecánica y la óptica. Por otra parte, el Trinity College tenía fama de ser una institución sumamente recomendable para aquellos que se destinaban a las órdenes. Afortunadamente, esta institución le brindó hospitalidad, libertad y una atmósfera amistosa que le permitieron tomar contacto verdadero con el campo de la ciencia.

Al comienzo de su estancia en Cambridge, se interesó en primer lugar por la química, y este interés, según se dice, se manifestó a lo largo de toda su vida. Durante su primer año de estudios, y probablemente por primera vez, leyó una obra de matemáticas sobre la geometría de Euclides, lo que despertó en él el deseo de leer otras obras. Parece también que su primer tutor fue Benjamin Pulleyn, posteriormente profesor de griego en la Universidad. En 1663, Newton leyó la Clavis mathematicae de Oughtred, la Geometria a Renato Des Cartes de Van Schooten, la Optica de Kepler, la Opera mathematica de Vieta, editadas por Van Schooten y, en 1644, la Aritmética de Wallis que le serviría como introducción a sus investigaciones sobre las series infinitas, el teorema del binomio, ciertas cuadraturas. También a partir de 1663 Newton conoció a Barrow, quien le dio clase como primer profesor lucasiano de matemáticas. En la misma época, Newton entró en contacto con los trabajos de Galileo, Fermat, Huygens y otros, a partir probablemente de la edición de 1659 de la Geometria de Descartes por Van Schooten.

Desde finales de 1664, Newton parece dispuesto a contribuir personalmente al desarrollo de las matemáticas. Aborda entonces el teorema del binomio, a partir de los trabajos de Wallis, y el cálculo de fluxiones. Después, al acabar sus estudios de bachiller, debe volver a la granja familiar a causa de una epidemia de peste bubónica. Retirado con su familia durante los años 1665-1666, conoce un período muy intenso de descubrimientos: descubre la ley del inverso del cuadrado, de la gravitación, desarrolla su cálculo de fluxiones, generaliza el teorema del binomio y pone de manifiesto la naturaleza física de los colores. Sin embargo, Newton guarda silencio sobre sus descubrimientos y reanuda sus estudios en Cambridge en 1667.

De 1667 a 1669, emprende activamente investigaciones sobre óptica y es elegido fellow del Trinity College. En 1669, Barrow renuncia a su cátedra lucasiana de matemáticas y Newton le sucede y ocupa este puesto hasta 1696. El mismo año envía a Collins, por medio de Barrow, su Analysis per aequationes numero terminorum infinitos. Para Newton, este manuscrito representa la introducción a un potente método general, que desarrollará más tarde: su cálculo diferencial e integral. En 1672 publicó una obra sobre la luz con una exposición de su filosofía de las ciencias, libro que fue severamente criticado por la mayor parte de sus contemporáneos, entre ellos Robert Hooke (1638-1703) y Huygens, quienes sostenían ideas diferentes sobre la naturaleza de la luz. Como Newton no quería publicar sus descubrimientos, no le faltaba más que eso para reafirmarle en sus convicciones, y mantuvo su palabra hasta 1687, año de la publicación de sus Principia, salvo quizá otra obra sobre la luz que apareció en 1675.

Desde 1673 hasta 1683, Newton enseñó álgebra y teoría de ecuaciones, pero parece que asistían pocos estudiantes a sus cursos. Mientras tanto, Barrow y el astrónomo Edmond Halley (1656-1742) reconocían sus méritos y le estimulaban en sus trabajos. Hacia 1679, verificó su ley de la gravitación universal y estableció la compatibilidad entre su ley y las tres de Kepler sobre los movimientos planetarios.

Newton descubrió los principios de su cálculo diferencial e integral hacia 1665-1666, y durante el decenio siguiente elaboró al menos tres enfoques diferentes de su nuevo análisis. Desde 1684, su amigo Halley le incita a publicar sus trabajos de mecánica, y finalmente, gracias al sostén moral y económico de este último y de la Royal Society, publica en 1687 sus célebres Philosophiae naturalis principia mathematíca. Los tres libros de esta obra contienen los fundamentos de la física y la astronomía escritos en el lenguaje de la geometría pura. El libro I contiene el método de las "primeras y últimas razones" y, bajo la forma de notas o de escolios, se encuentra como anexo del libro III la teoría de las fluxiones. Aunque esta obra monumental le aportó un gran renombre, resulta un estudio difícil de comprender, y parece que Newton quiso que fuera así con el fin «de evitar ser rebajado por pequeños semisabios en matemáticas». Quiso escapar así a las críticas suscitadas por sus textos sobre la luz.

En 1687, Newton defendió los derechos de la Universidad de Cambridge contra el impopular rey Jacobo II y, como resultado tangible de la eficacia que demostró en esa ocasión, fue elegido miembro del Parlamento en 1689, en el momento en que el rey era destronado y obligado a exiliarse. Mantuvo su escaño en el Parlamento durante varios años sin mostrarse, no obstante, muy activo durante los debates. Durante este tiempo prosiguió sus trabajos de química, en los que se reveló muy competente, aunque no publicara grandes descubrimientos sobre el tema. Se dedicó también al estudio de la hidrostática y de la hidrodinámica además de construir telescopios.

Después de haber sido profesor durante cerca de treinta años, Newton abandonó su puesto para aceptar la responsabilidad de Director de la Moneda en 1696. Durante los últimos treinta años de su vida, abandonó prácticamente sus investigaciones y se consagró progresivamente a los estudios religiosos. Fue elegido presidente de la Royal Society en 1703 y reelegido cada año hasta su muerte. En 1705 fue hecho caballero por la reina Ana, como recompensa a los servicios prestados a Inglaterra.

Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por la desgraciada controversia, de envergadura internacional, con Leibniz a propósito de la prioridad de la invención del nuevo análisis, Acusaciones mutuas de plagio, secretos disimulados en criptogramas, cartas anónimas, tratados inéditos, afirmaciones a menudo subjetivas de amigos y partidarios de los dos gigantes enfrentados, celos manifiestos y esfuerzos desplegados por los conciliadores para aproximar a los clanes adversos, he aquí en pocas palabras los detalles de esta célebre controversia, que se terminó con la muerte de Leibniz en 1716, pero cuyas malhadadas secuelas se harán sentir hasta fines del siglo XVIII.

Después de una larga y atroz enfermedad, Newton murió durante la noche del 20 de marzo de 1727, y fue enterrado en la abadía de Westminster en medio de los grandes hombres de Inglaterra.

"No sé cómo puedo ser visto por el mundo, pero en mi opinión, me he comportado como un niño que juega al borde del mar, y que se divierte buscando de vez en cuando una piedra más pulida y una concha más bonita de lo normal, mientras que el gran océano de la verdad se exponía ante mí completamente desconocido."

Esta era la opinión que Newton tenía de sí mismo al fin de su vida. Fue muy respetado, y ningún hombre ha recibido tantos honores y respeto, salvo quizá Einstein. Heredó de sus predecesores, como él bien dice "si he visto más lejos que los otros hombres es porque me he aupado a hombros de gigantes"- los ladrillos necesarios, que supo disponer para erigir la arquitectura de la dinámica y la mecánica celeste, al tiempo que aportaba al cálculo diferencial el impulso vital que le faltaba.

Albert Einstein

« Albert Einstein »

"Soy en verdad un viajero solitario -expresó Einstein e una ocasión-, y los ideales que han iluminado mi camino y han proporcionado una y otra vez nuevo valor para afrontar la vida han sido: la belleza, la bondad y la verdad."

Tímido y retraído, con dificultades en el lenguaje y lento para aprender en sus primeros años escolares; apasionado de las ecuaciones, cuyo aprendizaje inicial se lo debió a su tío Jakov que lo instruyó en una serie de disciplinas y materias, entre ellas álgebra: "...cuando el animal que estamos cazando no puede ser apresado lo llamamos temporalmente "x" y continuamos la cacería hasta que lo echamos en nuestro morral", así le explicaba su tío, lo que le permitió llegar a temprana edad a dominar las matemáticas. Dotado de una exquisita sensibilidad que desplegó e el aprendizaje del violín, Albert Einstein fue el hombre destinado a integrar y proyectar, en una nueva concepción teórica, el saber que muchos hombres de ciencia anteriores prepararon con laboriosidad y grandeza.

Nacido en Ulm, Alemania el 14 de marzo de 1879. Antes cumplir dos años, su familia se trasladó a Munich, donde permaneció hasta 1895, período en el cual vio su vida trastornada cuando su familia se trasladó a Italia después del hundimiento de la firma eléctrica de su padre en Munich. Dejado en Munich para que terminara el año escolar, Albert decidió muy pronto abandonar el curso. y reunirse con su familia, cuando aún le faltaban tres años para terminar su educación media. El colegio no lo motivaba; era excelente en matemáticas y física pero no se interesaba por las otras materias. Así, a la edad de dieciséis años, Albert tuvo la oportunidad de conocer la gran tradición cultural italiana; admirar las obras de Miguel Ángel, que le impactara profundamente, y recorrer Italia pensando y estudiando por su cuenta. Durante este período empezó a contemplar los efectos del movimiento a la velocidad de la luz, un rompecabezas cuya resolución cambiaría para siempre la, física y la cosmología.

En Italia tuvo toda la libertad que quería y gozó por un tiempo de su vida, pero su padre lo obligó a pensar en la universidad. Regresó a Munich y luego se traslado a Zurich, en Suiza, para continuar sus estudios. En esta última ciudad no pudo ingresar a la universidad debido a no haber completado sus estudios secundarios. Alternativamente decidió incorporarse al Instituto Politécnico de Zurich, donde logró estudiar física y matemáticas con Heinrich Weber y Hermann Minkowski. Fue condiscípulo de Marcel Grossmann, que llegó a ser su gran amigo. Pero en la nación helvética, los caminos que tuvo que recorrer Albert Einstein no fueron fáciles. Llegó a conocer el hambre, la segregación académica - por no ser suizo - y también llegó a casarse con una joven matemática croata, Mileva Maric, luego de haber terminado sus estudios, en el año 1900, y de haber obtenido la nacionalidad suiza.

Con la graduación llegó el final de la asignación que le pasaba su familia, y Einstein tuvo que buscar trabajo. Sin recomendaciones -más tarde recordó que "no estaba en buenas relaciones con ninguno de sus anteriores maestros"-, no pudo encontrar ningún trabajo permanente y tuvo que arreglárselas de maestro para dictar clases particulares y/o a tiempo parcial. Después de dos años de empleos esporádicos, Einstein se volvió a beneficiar de la amistad de Marcel Grossmann, a quién había conocido en sus tiempos de estudiantes del Instituto Politécnico de Zurich, que por aquel entonces estaba enseñando matemáticas. A través de su contacto familiar, Grossmann consiguió para Einstein un puesto como experto técnico de tercera clase en la Oficina de Patentes suiza en Berna.

Trabajando en la oficina de patentes de Berna, Einstein pudo escamotear tiempo en su trabajo, gracias al dominio que había logrado en las funciones que desempeñaba, y dedicarlo para sus propios estudios sobre temas tales como las propiedades físicas de la luz. Por las noches trabajaba en ciencias o invitaba a algunos amigos a su apartamento para hablar de física, filosofía y literatura. Estas reuniones solían ser animadas y ruidosas duraban hasta altas horas de la noche, ante la irritación de sus vecinos. Aunque Einstein era esencialmente un solitario, la oportunidad de desarrollar ideas y probarlas sobre los agudos intelectos de sus amigos era valiosísima. Empezó a publicar los resultados de sus investigaciones en uno de los principales diarios científicos, y focalizó sus intuitivos análisis sobre las implicaciones de la cuestión que lo había intrigado años antes: ¿Cómo sería cabalgar en un rayo de luz?

A la temprana edad de veintiséis años, Einstein publicó cuatro trabajos científicos. En uno postula los cuanta de luz, para explicar el efecto fotoeléctrico. El segundo trabajo era acerca del movimiento browniano. Sin duda el trabajo más importante fue el titulado «Acerca de la electrodinámica de los cuerpos en movimiento», donde expone la relatividad especial. En él plantea dos postulados que tienen inmensas consecuencias:
  • Todos los observadores que se mueven entre sí con velocidad constante son equivalentes en lo que a las leyes de la física se refiere. Este es el principio de relatividad que excluye la noción de espacios y tiempos absolutos.

  • La velocidad de la luz en el vacío es la misma para todos los observadores, 299.792 kilómetros por segundo, y es independiente del movimiento relativo entre la fuente de luz y el observador. Este postulado explica el resultado negativo del experimento de Michelson y Morley. En esos primeros años Einstein plantea su famosa relación E = m x c2, el producto de la masa por el cuadrado de la velocidad de la luz dan la energía asociada a una masa m. Masa y energía son dos formas equivalentes. Esto produjo una revolución en nuestra comprensión de la física del Sol y las estrellas y constituye la base de la energía nuclear.
Hacia 1909, fue nombrado profesor del Instituto Politécnico de Zurich. Actividad docente que luego desarrolló en Praga y Berlín. Einstein trabajó afanosamente en una generalización de su teoría de la relatividad. En 1911, formula el principio de equivalencia entre un movimiento acelerado y un campo gravitacional.

Separado de su primera mujer, con la cual tuvo dos hijos varones, contrajo matrimonio con su prima Elsa Einstein en 1915, que también era separada y con dos hijas. Un año después, en 1916, dio a conocer su teoría general de la relatividad, en un periodo pleno de vivacidad y alegría. Escribió a uno de sus amigos: "En el curso de este último mes he vencido el periodo más excitante de mi vida y el más fructífero". En la relatividad general, geometriza la gravitación. Una masa deforma el espaciotiempo a su alrededor y Einstein proporciona las matemáticas que permiten calcular punto a punto la "geometría" en la vecindad de una masa.

Pese a ser de una concepción eminentemente de base de matemática abstracta, la relatividad general tenía un gran número de aplicaciones concretas. Por un lado, explicaba una desconcertante discrepancia en la órbita de Mercurio, el planeta más interior del sistema solar. El perihelio del planeta -el punto en el que está más cerca del Sol- avanzaba cada año en una cantidad significativamente más grande que la predicha por las leyes de Newton. En sus esfuerzos por explicar la diferencia, los astrónomos habían especulado durante algún tiempo en la existencia de un pequeño planeta que orbitara entre Mercurio y el Sol. Einstein demostró que ese cuerpo era innecesario. Su nueva teoría de la gravedad explicaba completamente el misterio de la órbita de Mercurio como una consecuencia del espacio intensamente curvado en las inmediaciones del Sol.

El éxito de esta primera aplicación de la teoría a la observación complació enormemente a Einstein: " Estuve fuera de mí por el éxtasis durante días", escribió a un amigo. La hazaña impresionó también a sus colegas científicos, pero después de todo era una explicación a hechos ya conocidos.

La primera comprobación empírica de la teoría de la relatividad ocurrió, cuando mediciones hechas durante el eclipse total de Sol de 1919 demostraron que sus cálcalos, sobre la curvatura de la luz en presencia de un campo gravitatorio, eran exactos. Cuando se dieron a conocer los resultados en la Royal Society de Londres, su presidente expresó emocionadamente: "No se trata en este caso del descubrimiento de una isla alejada del mundo, sino de todo un nuevo continente de nuevas ideas científicas. Es el más grande descubrimiento concerniente a la gravitación que se haya hecho después que Newton enunció sus principios".

Pero junto con la gloria también se hizo presente el dolor. En poco tiempo había perdido a su hijo Eduardo y fallecían dos de sus hijas: Ilsa y la que había tenido con su primera esposa.

Albert Einstein fue galardonado con el Premio Nobel de Física en el año 1921, por sus investigaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus grandes aportaciones en el terreno de la física teórica.

Desde comienzos de los años '30, y con el avenimiento en Alemania del nazismo, su vida se caracterizó por sus continuos viajes obligados, protegiéndose del régimen gobernante alemán, y por su decidida oposición a éste. Vivió en Coq, Bélgica, accediendo a una invitación de los reyes. Estuvo asimismo en Francia y Gran Bretaña, para finalmente echar raíces en Estados Unidos y, a contar de 1933, establecerse en Princenton. Allí falleció en 1936 su segunda esposa. En 1940, obtuvo la nacionalidad norteamericana y, hasta su muerte, acaecida el 18 de abril de 1955, Einstein trabajó por integrar en una misma teoría las cuatro fuerzas de la naturaleza: gravedad, electromagnetismo, y las subatómica fuerte y débil, las cuales comúnmente reconocemos como «fuerzas de campo».

Einstein escribió numerosos artículos de divulgación para revistas científicas, dictó conferencias que transcribieron, y algunos libros. Los títulos más destacados: Electrodinámica de los cuerpos en movimiento, Fundamentos de la teoría de la relatividad general, Sobre la teoría del campo unificado, Mis ideas y opiniones; La física, aventura del pensamiento, esta última obra escrita en colaboración con Leopold Infeld.

Einstein fue un científico que legó su preeminencia, hasta ahora, sin contrapesos. Genial y con la misma intuición física de Newton, pero con un carácter simpático; un visionario como Kepler, pero que siempre supo mantenerse aterrizado sobre la Tierra, recibió en vida, al igual que Newton, todos los honores y el respeto que un genio tan excepcional merece.