sábado, 12 de mayo de 2007

Historia de Microsoft

Todo comenzó en 1975, en Harvard, cuando Bill Gates y Paul Allen programaban un lenguaje de programación (BASIC) para el primer micro ordenador: el Altair. Fue entonces cuando decidieron abandonar los estudios y crear su propia empresa: Microsoft. La leyenda creada a posteriori dice que Bill Gates soñaba entonces con que cada hogar tuviera su ordenador utilizando los programas de Microsoft. A finales de los años 70 el mercado de los microordenadores arrancó gracias a Apple y su Apple II. IBM, que dominaba el mercado de grandes ordenadores, decidió crear el PC, pero carecía de sistema operativo para gestionarlo, así que decidió encargarlo a Digital Research en 1980. Pero Digital rechazó la oferta. Sobre este hecho existe bastante controversia, y se habla de que Gates movio sus fichas cuando el contacto de IBM en Digital se marchó de vacaciones o bien que la madre de Gates fue la que movió también algunas fichas en el gigante azul. En cualquier caso, es parte de la anécdota y parte de la leyenda.

El caso es que IBM se fijó entonces en aquella pequeña empresa conocida por su BASIC: Microsoft. La firma de Gates no tenía, en ese momento, sistema operativo, pero sencillamente compró uno por unos miles de dólares -el QDOS- , lo mejoró ligeramente en escasas fechas y lo presentó a IBM: era la primera versión del MS-DOS. Cabe remarcar que el que fue trampolín de Microsoft ni siquiera fue creado por Microsoft. Gates hizo otra jugada maestra al negarse en redondo a proporcionar el código fuente de su sistema operativo a IBM. Entre 1981 y 1983 Microsoft intentó convencer a los fabricantes de compatibles del PC de hacer uso igualmente de su sistema operativo, con éxito. En 1985, MS-DOS domina el mercado de los compatibles, haciendo ya imposible que IBM se libre de Microsoft.

Gracias a su posición ventajosa, Microsoft se beneficiará de una renta durante más de diez años, ya que cada vez que un fabricante vende un PC equipado con MS-DOS (y más tarde de Windows) la empresa recibe dinero. Únicamente un obstáculo se interpone en su camino: Digital Research desea una parte del pastel de los sistemas y crea el DR-DOS. El sistema es totalmente compatible con el MS-DOS pero aporta mayores características y potencia. La estrategia de Microsoft fue sencilla: cada vez que aparecía una versión del DR, Microsoft incluía las innovaciones de su competidor en el MS y lo ofrecía a mejor precio.

De esta forma, cuando DR-DOS 5.0 aparece en abril de 1990 se trata de un sistema bastante mejor que el MS-DOS. Microsoft anuncia entonces que el MS-DOS aportará las mismas características, y consigue que las ventas del DR se estanquen ya que los usuarios prefieren esperar a la nueva versión de Microsoft que aparece... ¡un año después! Este tipo de programa, que se anuncia pero que tarda mucho tiempo en aparecer se llama popularmente "vaporware" (o programa vapor) y ha sido utilizado en numerosas ocasiones por Microsoft para deshacerse de la concurrencia. El ejemplo más reciente es la utilización del Windows NT 2000 durante más de dos años como arma arrojadiza contra Linux u otros sistemas.

Bill Gates propuso también a los fabricantes que pagasen mucho menos por su sistema si se comprometían a pagar a Microsoft por el numero de PCs vendidos, lleven el sistema MS o no. Consecuencia: ¿porqué un fabricante iba a instalar DR-DOS con su PC si este representa un costa suplementario? Según publicó Business Week, un fabricante informó a Microsoft de su intención de instalar el DR-DOS en el 10% de los ordenadores y el MS en el 90% restante. El fabricante cambió de opinión cuando Microsoft le amenazó con doblar el precio de su sistema. Gracias a sus métodos más o menos legales, Microsoft consigue imponer su sistema...

En 1983, mientras Apple presenta su Macintosh basado en el inferfaz WIMP (Windows, Icon, Mouse, Pull-down menus: ventanas, iconos, raton y menus desplegables) Microsof anuncia Windows con dos años de adelanto, paralizando de esta forma a todos los que tuvieran la idea de lanzar un producto equivalente. Y Gates sueña con imponer su interfaz gráfico: "a finales del 84 Windows estará en el 80% de todos los ordenadores". Cuando la primera versión de Windows aparece en 1985 sufre un monumental fracaso, como el resto de interfaces gráficos de la época. Microsoft tuvo el mismo resultado en 1987 con Windows 2.0. Algunos directivos de la empresa optan por abandonar el producto pero Gates insiste, y con Windows 3.0 y su posterior secuela 3.1 encuentra por fin el éxito.

Microsoft aprovecha para convertirse en el lider de programas informáticos. Cuando aparece el Windows 2.0 los dos grandes programas de la informática son Lotus 1-2-3 y Word Perfect 5.1, hoja de cálculo y procesador de texto respectivamente, cuyas empresas no tienen fe alguna en el proyecto Windows. Microsoft aprovecha para lanzar los productos Word y Excel para Windows sin tener competencia alguna. La ventaja para Microsoft consiste en que es más fácil programar aplicaciones para su propio sistema que para un sistema ajeno, lo que permite que Word y Excel funcionen mejor que la competencia, entre otras cosas porque los equipos de Microsoft disponen inmediatamente de la información necesaria y porque pueden utilizar las funcionalidades de Windows (API) ocultas.

Aunque Microsoft lo desmienta, lo cierto es que numerosos creadores de programas denuncian que Microsoft utiliza funciones "no documentadas" de Windows para sacar mayor partido de sus propias aplicaciones. En el libro "Undocumented Windows", Andrew Shulman, experto en programación, prueba la existencia de dichas funciones, y Microsoft se rinde a la evidencia y lo reconoce.

Si Windows 95 apareció con retraso, fue en parte debido a la puesta en marcha de Microsoft Network. Desde 1993, Microsoft había desarrollado su propia red informática mundial a imagen y semejanza de AOL o Compuserve. No obstante, la compañía de Gates estaba tan ocupada en su proyecto que no se dio cuenta del advenimiento de la red de redes: Internet.

Hasta mayo de 1995 Microsoft no tomó interés alguno en Internet. El problema era que una joven empresa llamada Netsape Communications ya se había adelantado al gigante: su programa de navegación, el Navigator, ocupaba ya el 70% del mercado de navegadores. Además, el Navigator funcionaba tanto con Windows como con Macintosh y Unix, algo que amenazaba el futuro desarrollo de Microsoft e incluso de Windows en el mercado de Internet.

Microsoft propuso entonces un acuerdo a Netscape, que consistía básicamente en compartir el mercado de los navegadores. Por un lado, Microsoft sería el único en desarrollar software para Windows, y por otro Netscape lo haría a los otros sistemas. Obviamente, Netscape se negó a este acuerdo.

A finales de 1995, Microsoft presentó su Internet Explorer. La novedad: Internet Explorer era grauito, e incluso se encuentra integrado en las siguientes versiones de Windows 95. No obstante, se trata de un producto aún no demasiado potente, que se sitúa muy por detrás del Netscape Navigator.

En 1996, Bill Gates decide dedicar mil millones de dólares a investigación y desarrollo de productos de Internet. Esta suma puede ser comparada con los 2800 millones dedicados en los veinte años anteriores para investigación por la empresa. Microsoft se vuelca con Internet desde ese momento, e Internet Explorer 3 consigue alcanzar a Netscape Navigator en prestaciones, y además inicia una agresiva campaña para regalar su programa allá donde sea posible: Internet, cd-roms de revistas, dentro de la suite Office 97 y en otro tipo de paquetes de software.

Como imponer un navegador gracias a un sistema operativo

No obstante, el mejor medio para imponer un navegador sigue siendo Windows. Microsoft detenta hoy el 90% del mercado de sistemas operativos. Desde agosto de 1996, la versión de Windows que proporciona Microsoft a los fabricantes de ordenadores integra de forma automática Internet Explorer 3. Y los fabricantes que desean desinstalar el software para reemplazarlo por su competidor son amenazados por Microsoft: se arriesgan, nada menos, que a perder la licencia de Windows, algo que puede suponer un duro golpe a un fabricante.

No obstante, en 1995 Microsoft había firmado un acuerdo con el Departamento de Justicia americano en el que se comprometía a no forzar a los fabricantes a vender Windows con otro software desarrollado por Microsoft para ese sistema. Por tanto, en virtud de las leyes antimonopolio la justicia americana pide a Microsoft a final del año que no imponga su navegador a los fabricantes. Pero para Microsoft el navegador ya supone una parte imprescindible del sistema. No obstante, Microsoft ofrece tres opciones a los fabricantes a la hora de preinstalar su sistema, dos de ellas sin Internet Explorer... Sin embargo, esta oferta no llega a materializarse. El proceso judicial sobre la integración de Internet Explorer en Windows 95 fue ganado por Microsoft, aunque más tarde comenzó el segundo proceso judicial, hoy en curso, sobre las prácticas monopolísticas de la empresa, y que de momento Microsoft pierde tras la declaración de hechos probados del juez Jackson.

Lo que ha ocurrido desde mediados de 1998 ya es de dominio público, y hoy Microsoft se enfrenta a un importante desafío judicial que aún no sabemos como terminará. Lo cierto es que, aunque se discuta sobre las práticas habituales de Microsoft, el navegador de esta empresa ya ha conseguido rebasar notoriamente al Netscape Navigator, y ha conseguido prácticamente imponer su programa como un estándar. Microsoft sigue burlándose de la justicia.

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